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Optimización de recursos públicos: la trascendencia del presupuesto basado en resultados y su evaluación

Optimización de recursos públicos: la trascendencia del presupuesto basado en resultados y su evaluación

Introducción

En este artículo abordaremos de manera breve, pero concreta, la evolución que ha tenido la administración pública en México, desde los primeros pasos hacia la implementación del presupuesto basado en resultados, la implementación de los sistemas de evaluación y el seguimiento a la ejecución de planes y programas a través de indicadores, mediante la actualización y adecuación a las leyes y normativas que regulan el gasto público.

Desarrollo

Antecedentes

Gran parte de las problemáticas que enfrentan las administraciones públicas son los problemas financieros, el endeudamiento continuo ante una mala gestión y la ausencia de planeación de los recursos económicos dispuestos para la atención de las necesidades ciudadanas. Ante la inconformidad ciudadana, y el incremento de las problemáticas sociales, se hizo necesario transitar hacia nuevos modelos de administración de los recursos públicos;
bajo esquemas de austeridad, racionalidad del gasto; y el enfoque de medir los resultados de las políticas e intervenciones públicas.

De acuerdo con múltiples investigaciones podemos decir que, en el siglo XIX, se diseñaron nuevos modelos de organización y sistemas para la gestión de los recursos públicos; particularmente, “en las décadas de los cincuenta y sesenta, surgieron antecedentes cercanos a los sistemas actuales de gestión. La gestión por objetivos propuesta por Peter Drucker y los sistemas de presupuestación por programas se popularizaron, estableciendo las bases para una
gestión más centrada en metas y resultados” (Heinrich, 2003). Estas teorías transitaron con éxito en muchos países europeos, pero en Latinoamérica, y en México han llegado con posterioridad.

La Nueva Gestión Pública

Tal y como ha quedado expuesto, uno de los retos que enfrentan los países en la gestión de sus recursos económicos estriba en que en la mayoría de los casos; los ingresos públicos superan por mucho las necesidades y problemáticas que de manera cotidiana enfrenta su población. Por tanto, resulta necesario para los gobiernos en su papel de administradores del Estado, diseñar políticas de atención no solo en función de las necesidades, sino en función de
su capacidad de captar ingresos, y maximizar la aplicación de estos recursos para hacer más con menos. Por tanto, en la búsqueda de disminuir tanto la insatisfacción ciudadana y lograr un incremento en la captación de recursos financieros para fortalecer las haciendas públicas, se dio paso a explorar nuevas formas de administrar y gestionar lo público.

En ese orden de ideas, la Nueva Gestión Pública propone adecuar la normatividad que regula el gasto público, reformular los sistemas de gestión y de organización de las administraciones gubernamentales para centrar sus acciones en la producción de resultados de valor para la sociedad. Esto implica transitar de una administración más ocupada por cumplimentar los trámites y los procedimientos, a otra que se ocupa de conocer las problemáticas de su población y de proponer soluciones específicas para su atención.

El Presupuesto Basado en Resultados

En el contexto de la administración pública contemporánea, la gestión presupuestaria enfrenta el desafío de maximizar la eficacia y la eficiencia en el uso de los recursos. El Presupuesto Basado en Resultados (PBR) emerge como una herramienta vital para alcanzar este fin, poniendo énfasis en la consecución de resultados tangibles y medibles. Este enfoque, complementado con indicadores de gestión robustos y alineado a los planes de desarrollo en los niveles municipal, estatal y nacional, es fundamental para el progreso socioeconómico sostenible.

El Presupuesto Basado en Resultados es una estrategia que asigna recursos financieros priorizando los resultados esperados más que las necesidades de gasto. Su importancia radica en su capacidad para orientar las decisiones de política pública hacia objetivos claros y cuantificables, lo que permite una asignación de recursos más estratégica y un control más riguroso de los gastos. Además, el PBR incentiva la transparencia y la rendición de cuentas, ya que vincula la financiación con el logro de metas previamente establecidas.

Medición de Avances a través de Indicadores de Gestión La efectividad del Presupuesto Basado en Resultados se potencia mediante la utilización de indicadores de gestión, que son herramientas que permiten monitorear, evaluar y
comunicar el progreso hacia los resultados deseados. Para que los indicadores cumplan con el objetivo de ofrecer información que sirva para determinar la efectividad de la acción pública, los indicadores deben de cumplir con características específicas, deben ser: claros, específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales para garantizar que reflejen con precisión los avances (CEPAL, 2005). Una adecuada medición no solo proporciona información sobre el desempeño y permite ajustes oportunos, sino que también contribuye a la legitimidad y confianza en las instituciones públicas.

Aunque la introducción de las reformas de gestión del desempeño en la administración pública tiene ya una historia antigua, su uso generalizado ha estado estrechamente relacionado con las reformas de nueva gestión pública. Estas implican la implementación de sistemas de medición y evaluación del desempeño de las unidades administrativas, de los programas que se implementan y de los funcionarios a cargo de estos, con base en la definición de estándarese
indicadores de desempeño pertinentes y la utilización de tecnologías de información. Esto se debe a que el paradigma gerencial, a través de la gestión del desempeño, aspira a establecer un nuevo patrón de gestión de la administración pública centrado en la información y en la evaluación, más que en el estilo de mando y control de la burocracia tradicional.

La Implementación de la Evaluación y el Seguimiento de los Presupuestos en México

Con la emisión de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria en 2006, se introdujo por primera vez en México el concepto de Evaluación del Desempeño a los planes y programas presupuestarios, posteriormente; con el modelo de reforma Integral a la Hacienda Pública presentada a la Cámara de Diputados en 2007, se planteó la
necesidad de implementar reformas significativas en tres áreas clave: Gasto Público, Federalismo Fiscal e Ingresos Públicos. Estos aspectos son fundamentales para fortalecer la administración pública y promover un sistema financiero más eficiente y transparente en todos los niveles gubernamentales. La propuesta se centró en la mejora de la administración, buscando establecer una estructura institucional que garantice la eficiencia y transparencia en el uso de los recursos públicos.

Este enfoque pretende optimizar la asignación de fondos en los tres órdenes de gobierno, asegurando que se destinaran de manera efectiva a programas y proyectos que beneficiaran a la sociedad. En el ámbito del federalismo fiscal, se abogó por una reconsideración de su estructura.

La propuesta implicó dotar a estados y municipios de mejores instrumentos y mayores incentivos para abordar las necesidades locales y a la vez el gobierno se vio obligado a asumir compromisos de mayor austeridad y de un uso más racional y productivo del gasto público, al vincularlo directamente a los resultados de sus programas.

Con ello, México entraba de lleno, a través de un proceso presupuestario reformado, a la introducción de una gestión pública con un enfoque por resultados. En la exposición de motivos del proyecto de presupuesto de egresos de la federación (PEF) de 2008, se planteó que:
“A partir del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación de 2008 se adopta el enfoque de presupuesto basado en resultados como un nuevo modelo de presupuestación, que permitirá que las decisiones involucradas en el proceso presupuestario incorporen sistemáticamente consideraciones sobre los resultados esperados y obtenidos de la aplicación de los recursos públicos, y que motiven a las dependencias y entidades a lograrlos, con el objeto de mejorar el impacto y la calidad del gasto público federal, así como la rendición de cuentas y la transparencia. Para lograr lo anterior, se realizará una permanente evaluación del desempeño que permitirá realizar una valoración objetiva del desempeño de los programas presupuestarios, bajo principios de verificación del grado de cumplimiento
de metas y objetivos, con base en indicadores que permitan conocer el impacto social de los programas y proyectos.”

Para hacer posible este compromiso, el ejecutivo federal puso en marcha una ambiciosa política de evaluación del desempeño articulada en lo que hoy se conoce como el Sistema de Evaluación del Desempeño (SED), cuyo diseño e implementación han corrido a cargo, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), quien ha sido ampliamente asesorada en esta política, por organismos multilaterales como el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entre otros.

El papel que juega la evaluación del desempeño permite identificar y analizar las características distintivas de la nueva política mexicana de evaluación del desempeño, así como las ventajas y desventajas que ofrece para fortalecer la democracia, la rendición de cuentas y la modernización administrativa de la propia administración pública.

El conjunto de reformas tendientes a modificar los patrones de dirección, gestión y operación de la administración pública en busca de su mejor desempeño recupera el principio de que las entidades públicas, sus políticas y programas existen y se justifican en la medida en la que son capaces de orientarse y satisfacer las necesidades y demandas de los ciudadanos. Bajo este enfoque, el ciudadano se propone como el centro de la acción gubernamental.
Así, la acción del Estado encuentra justificación cuando produce valor público; entendido este valor, como aquella acción que atiende y resuelve la problemática de un determinado grupo de personas o localidad.

Los Sistemas de Evaluación del Desempeño (SED), son el conjunto de métodos empleados para definir metas en programas y políticas públicas, rastrear su progreso, evaluar aspectos desde su concepción hasta sus resultados, y perfeccionar su ejecución. Este sistema se estructura en dos etapas: el seguimiento y la evaluación.

Los indicadores de desempeño constituyen herramientas fundamentales para evaluar el alcance de los objetivos en los programas presupuestarios. Ofrecen datos sobre el punto de partida de su implementación (línea base), supervisan el progreso de sus procesos (seguimiento) y determinan en qué medida se están cumpliendo sus metas. Las instituciones responsables de ejecutar los programas tienen la responsabilidad de monitorear y reportar de manera continua los resultados de estos indicadores a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). En términos de la normatividad mexicana, por indicador se entiende “la expresión cuantitativa o, en su caso, cualitativa que proporciona un medio sencillo y viable para medir logros, reflejar los cambios vinculados con las acciones del programa federal, monitorear y evaluar sus resultados”.

El gobierno, en su papel de administrador de recursos y garante del orden y la seguridad en la sociedad, tiene la responsabilidad de abordar y resolver los problemas públicos. En consecuencia, se ve obligado a realizar el proceso completo de diseño, elaboración, implementación y evaluación de políticas públicas que sean necesarias para cumplir con este propósito.

Conclusión

En resumen, una política pública implica la formulación de estrategias destinadas a abordar problemas públicos y/o mejorar el bienestar social. Estas estrategias se desarrollan a través de procesos de toma de decisiones que involucran la colaboración entre el gobierno y la sociedad civil. En este contexto, se definen los medios, agentes y objetivos de las acciones a seguir para alcanzar los fines establecidos.

Así, la implementación de Sistemas de Evaluación del Desempeño y el uso de indicadores de resultados representan un papel fundamental en el aseguramiento y desarrollo efectivo de programas y políticas públicas. En la fase inicial de planificación, se definen objetivos y metas específicas, y se diseñan indicadores de resultados cuantificables que reflejen el progreso hacia dichos objetivos. Estos indicadores, al ser incorporados directamente en el diseño del programa, guían la recopilación de datos durante la implementación y permiten un monitoreo continuo. A través de evaluaciones periódicas del desempeño, se analiza a fondo el impacto del programa, evaluando la relación entre los indicadores y los objetivos originales. Los resultados obtenidos se utilizan para realizar ajustes y mejoras, garantizando así que el programa sea adaptativo y capaz de cumplir con eficacia sus metas. En su conjunto, este enfoque no solo garantiza el cumplimiento efectivo de los objetivos gubernamentales, sino que también fomenta una gestión eficiente y adaptativa, contribuyendo a la mejora continua de los programas y políticas públicas.

La reciente incorporación de adiciones a los códigos y leyes mexicanas en relación con los sistemas de evaluación de desempeño y los indicadores de resultados para políticas públicas y programas gubernamentales es un avance significativo, aunque se destaca que este proceso llevó cierto tiempo en materializarse. La demora en la introducción de estas modificaciones podría haber impactado la transparencia del país al limitar temporalmente la disponibilidad de información detallada sobre el desempeño de programas gubernamentales. No obstante, una vez implementadas, estas adiciones tienen el potencial de fortalecer la transparencia al imponer estándares más estrictos de divulgación y mejorar la rendición de cuentas a través de un enfoque más riguroso en la presentación de informes.

Sin embargo, aún queda mucho por hacer para que la implementación del Presupuesto Basado en Resultados, y los procesos de evaluación de desempeño se constituyan en práctica común en las administraciones públicas, ya que para ello resulta necesario e indispensable, que el cambio de paradigma se dé al interior de las organizaciones públicas, a través de la capacitación y la habilitación del recurso humano que compone la estructura organizacional
de los entes. Y la propuesta de solución a esto, es que se desarrolle y cumplimente un programa de formación y habilitación de servidores públicos continuo y permanente, en materia de Presupuesto Basado en Resultados, normatividad del gasto público, sistemas de evaluación de desempeño y desarrollo de indicadores para el monitoreo y seguimiento de los avances y logros de los programas gubernamentales; que sea transversal a todas y cada una de las unidades administrativas que generan gasto para la atención y prestación de servicios públicos.

Es indispensable que todo el personal que compone la administración pública gubernamental, conozca y entienda la importancia de aplicar las metodologías que prevé el Presupuesto Basado en Resultados, a efectos de que logre permear en los integrantes de los entes públicos, el conocimiento sobre estas materias y se implementen como práctica cotidiana en el desarrollo de los planes y programas: el diseño de matrices de indicadores para resultados, el seguimiento y evaluación de los programas presupuestarios, para que los servidores públicos detecten con la debida
oportunidad, aquellas problemáticas, deficiencias o cuellos de botella que impiden una ejecución adecuada y que por tanto disminuyen la eficacia y eficiencia de las intervenciones públicas.

De esta manera, los avances y logros efectuados a nivel legislativo y normativo podrán llevarse a la realidad en las administraciones públicas, mejorando con ello la ejecución de los presupuestos asignados, y orientando la aplicación de los recursos hacia aquellos programas que muestren una efectividad sobre la base de un resultado tangible.

Si las administraciones gubernamentales no dirigen sus esfuerzos hacia la mejora en el desarrollo de habilidades de sus servidores públicos a través de programas de capacitación y educación continua, difícilmente podremos tener un avance significativo en la mejora de la operatividad de la gestión pública.

Referencias

Bozeman, B. (1998). La Gestión Pública su Situación Actual. México D.F.

CEPAL. (2005). Indicadores de Desempeño en el Sector Público.

Centro de Estudios de la Finanzas Públicas. (2007-2008). Temas Relevantes Sobre Finanzas Públicas: Reforma Integral de la Hacienda Pública.

Diario Oficial de la Federación. (2007). Lineamientos Generales para la Evaluación de los Programas Federales de la Administración Pública Federal. Publicado el 30 de marzo de 2007.

González Arreola, A. (2005). ¿Gobernar por Resultados?: Implicaciones de la Política de Evaluación del Desempeño del Gobierno Mexicano. México D.F.

González Gómez, J., & Velasco Sánchez, E. (2012). La evolución del presupuesto basado en resultados en México, 2004-2012: transferencia e implantación de una política pública.

Autores

Mtra. Liliann Brown Herrera
Invitada IEE                                                                                                                                                                                              Doctorado en Ciencias de la Educación por la Universidad Maya con una Maestría en Administración Pública y la Licenciatura en Derecho por la UTJ; Profesora Investigadora de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. Directora Fundadora de la Sociedad Civil: CONCERTALB, Consultoría especializada en procesos de capacitación, evaluadora por el CONEVAL del Gobierno de Tabasco, con 26 años de experiencia como directiva en el gobierno federal, estatal y municipal, con publicaciones en la Revista: Saber + es tu derecho.

Vanessa Narcia Brown
Invitada IEE                                                                                                                                                                                              Estudiante de las Licenciaturas en Derecho y Relaciones Comerciales en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Relatora auxiliar en el Foro Estatal: Desafíos del Sector Agroalimentario de Tabasco. Colaboradora Auxiliar de la Sociedad Civil CONCERTALB para la elaboración del Diagnóstico Municipal para la Implementación del Plan de Desarrollo del Municipio de Tenosique, Tabasco 2021-2024.

Dr. José Antonio Casanova Rivera
Egresado IEE                                                                                                                                                                                            Doctor en Educación, Maestro en Impuestos y Licenciado en Contaduría Pública Profesor Investigador de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco en la División Académica de Ciencias Económico Administrativas. Contador en el Despacho contable y fiscal independiente Casa Mede asesoría contable, fiscal y administrativo. Asociado del Colegio de Contadores Públicos del Estado de Tabasco. Integrante del Padrón de Sistema de Investigadores del Estado de Tabasco (SEI).

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