Ante el dilema de cuidar la salud o la economía, claro que la salud es prioritaria, pero cuando el problema de salud parece haberse mediatizado más que otros peligros que experimentamos, la otra parte que también es vital no debe descuidarse hasta el abandono. Recordemos el postulado de Santo Tomás de Aquino sobre el mal menor: cuando lo que decidas es perjudicial, escoge lo menos malo.