Introducción
La tributación conductual se considera una de las ramas de las ciencias sociales que ayuda a explicar cómo los individuos se ven influenciados por variables de comportamientos y contextuales que ocasionan que lleven a cabo actos para evadir el impuesto, a saber, “para estimular el cumplimiento de las obligaciones tributarias se ha intentado construir una conciencia fiscal, pues quien considere que el sistema tributario es justo, estará más predispuesto a cumplir voluntariamente, así, la psicología económica trata de explicar cómo y porqué tomamos decisiones las personas” (Serrano, 2019).
Autores como (Cainzos, 2006 ) y (Giachi, 2014), argumentan que se puede utilizar la teoría de la economía conductual, tomando sus principales supuestos y traspasándolos al ámbito tributario en lo que se conoce como “tributación conductual”, la cual toma como base los planteamientos de Schumpeter sobre la Sociología Fiscal, establece que la evasión y en general, todo fraude fiscal se encuentra ligado a la sociología y a la conducta de los individuos.
La economía conductual está principalmente interesada en explicar por qué los individuos muchas veces se comportan de manera distinta a la de un agente racional. Se basa en evidencias de comportamiento comprobadas y que muchas veces contradicen a conductas basadas en decisiones racionales o por teorías del comportamiento económico (teoría de la utilidad de la psicología económica).
De ahí la importancia en que las políticas fiscales y la información que el Estado proporcione sea clara, oportuna y que además fomente una cultura tributaria que desarrolle actitudes y valores tendientes a la aceptación de la recaudación.
La OCDE a partir de 2017 ha recomendado a organismos públicos de sus países miembros la utilización de la Ciencia del Comportamiento para formular políticas públicas efectivas y desarrollo una guía sobre las técnicas de comportamiento para su aplicación determinando las etapas y los factores que hay que tener en consideración para su efectiva aplicación.
Desarrollo
El contrato social en el que nos encontramos implícitamente viviendo, tiene como parte medular el aspecto económico al cual también nos adherimos tácitamente al vivir en sociedad, dicho aspecto comprende la obligación de colaborar económicamente a efecto de que como comunidad logremos evolucionar en conjunto en cuanto a la creación de servicios y recursos materiales para el establecimiento de una comunidad u sociedad. “Cualquier estado para un correcto desempeño de gestión gubernamental necesita de recursos para cumplir con sus objetivos y el gasto público, mismos recursos que en su mayoría se captan por los ingresos tributarios, que forman parte de la recaudación fiscal” (Palmira, 2021).
Los estudios que realizan las autoridades en materia tributaria son meramente cuantitativos, tendientes a determinar a cuanto equivale la evasión fiscal, tipos de contribuyentes, sectores económicos, con base en ellos realiza medidas disuasorias, empero, deja de lado el factor cualitativo no teniendo prácticamente ninguna influencia al respecto, dejando de lado el factor psicológico que sin duda debe representar una buena oportunidad, nada explotada.
Existen estudios investigativos desde otras perspectivas donde sobre salen la sociología de lo fiscal, en los que a través de trabajos teóricos y empíricos explican entre otros factores que, aun con la baja probabilidad de ser auditados y sancionados los contribuyentes, pueden llegar a tener alto nivel de cumplimiento tributario (Daza, 2022).
En general existen países que son considerados más desarrollados socialmente, dicho desarrollo tiene como característica el que sus integrantes contribuyen al desarrollo de su respectivo entorno social sin la misma resistencia que otros, lo han logrado mediante una cultura tributaria amplia, cosa no simple pues no se hace de la nada, se denotan estudios especializados y mucha investigación, en el caso tendientes a las ciencias del comportamiento.
Usar ejemplo excepcional es el con mecanismos de declaración y pago voluntarios. Cabe preguntarse: ¿existen ciudadanos con alto nivel de eticidad para el cumplimien totributario?, es normal pensar que todo ciudadano recibe de alguna manera beneficios de vivir en sociedad, por lo tanto, se tiene el deber, el derecho y la obligación, de contribuir con la carga impositiva correspondiente. (Daza, 2022).
Los integrantes de todas las sociedades adquieren un nivel de consciencia con respecto de ciertas obligaciones que les corresponden, sin duda como contribuyentes les interesan los beneficios que reciben en contrapartida de sus aportaciones individuales, sin embargo, junto con esas percepciones adquieren un nivel de consciencia que los lleva tener una cultura que les hace actuar en su día a día en consecuencia.
La cultura tributaria consta de “conocimientos, percepciones, actitudes y prácticas de conducta respecto al hecho de tributar de tal suerte que son los elementos de la cultura tributaria. (Centella, 2021).
No solo se trata de conocer y entender los principales aspectos de la tributación , si no que va más allá de eso, si estas informado es más fácil cumplir con tus obligaciones fiscal es por otra parte el mejor promotor de la cultura tributaria es un buen gasto público, ejecutado con eficiencia, racionalidad y transparencia, e ste es uno de los pro ble mas de México, ya que la ciudadanía tiene una percepción negativa con el destino de los impuestos, esto debido a la corrupción, (Centella, 2021).
En México es limitada la educación dirigida al concepto de cultura tributaria el gobierno solo cuenta con una institución dedicada a la emisión de información, está es limitada y solo se concentra en el cumplimiento oportuno del pago de impuestos, pero adolece de cualquier tipo de intervención en la conducta de los contribuyentes que permita mejorar no solo la percepción si no la cultura tributaria, este organismo es conocido como Servicio de Administración Tributaria ( S AT ) .
Respecto al SAT define a la cultura tributaria como: El conjunto de valores que se manifiestan en el cumplimiento permanente de los deberes tributarios con base en la razón, la confianza y la afirmación de los valores de la ética personal, respecto a la Ley, responsabilidad ciudadana y solidaridad social de los contribuyentes. (SAT, 2024).
Es importante mencionar que, “la cultura tributaria es indispensable en toda sociedad, moldea el pensamiento, la imagen y el comportamiento, de manera que el sujeto pasivo pueda cumplir de manera voluntaria las obligaciones . Para llegar a esto, debe lo grarse una educación tributaria en todos los estratos social es en modo de fortalecer aspectos importantes en un ser humano como son las creencias, actitudes, comportamientos y conocimientos acerca de los deberes, pero también de los derechos que otorgan las leyes tributarias (Centella 2021).
México ocupa el lugar número 31 entre los países con mayor evasión fiscal lo cual le resta competitividad comparado con otros países donde la evasión es baja y la estricta regulación son punta de lanza como mecanismo de desarrollo, normalmente estos países se encuentran en la Unión Europea.
En América Latina y el Caribe, la evasión fiscal es un problema grave. Según la publicación insignia del BID del año 2015, esta ronda el 50% para la mayoría de los países y de los impuestos, lo ciudadanos de América Latina y el Caribe que no pagan sus impuestos, generalmente, ofrecen alguna de las siguientes explicaciones.
“La primera es la ausencia de factores disuasivos – es decir, el incumplimiento no trae consigo consecuencia alguna-. La segunda es un efecto de imitación de los pares: Si nadie paga, ¿por qué voy a hacerlo yo? La tercera tiene que ver con la reciprocidad. Cuando los ciudadanos creen que el Gobierno despilfarralos ingresos que recauda, estos se ven escasamente motivados a tirar su dinero pagando impuestos”. (Nina Rapport, 2020)
En términos del pago voluntario de obligaciones fiscales, al igual que en muchas otras áreas de política pública, se ha demostrado que los mensajes son efectivos para lograr cambios de comportamiento. Por ejemplo, la Municipalidad de Junín, en Argentina, decidió rediseñar su factura del impuesto a la propiedad para mejor el cumplimiento, y el proceso de diseño incluyó una evaluación de la efectividad de distintos mensajes. En un diseño experimental aleatorizado, se enviaron tres tipos diferentes de mensajes a los contribuyentes, cada uno de los cuales enfatizaba 1) la disuasión, 2) le legitimidad, 3) la equidad.
Las medidas implementadas en México para mejorar la recaudación no están basadas en elementos científicos como lo es la psicología de lo fiscal, por el contrario, las medidas disuasivas que se han usado han sido tendientes a lo que se conoce como terrorismo fiscal.
El mensaje más efectivo era el que apelaba a la disuasión, por medio de un listado de valores reales de las multas y de las medidas administrativas y judiciales que potencialmente podría adoptar la autoridad municipal en caso de incumplimiento. (Nina Rapport, 2020).
Además de mensajes, también hay margen para utilizar incentivos positivos a fin de mejorar el cumplimiento tributario. En Argentina, la Municipalidad de Santa Fe organizó un sorteo para recompensar a los buenos contribuyentes y mejorar el cumplimiento del impuesto a la propiedad. Existen dos grandes corrientes teóricas para explicar las actitudes hacia los impuestos, por un lado, el enfoque del autointerés establece que las preferencias hacia los impuestos están correlacionadas con los estatutos socioeconómico, el trabajo pionero de Meltzer y Richard (1981) sostiene que los individuos intentan maximizar su utilidad esperada cuando votan por un tipo impositivo. (Pino, 2021)
En México la relación tributaria se encuentra afecta por el factor desconfianza por temas de corrupción, existen casos emblemáticos que pueden observarse en el día a dida por medio de noticias, es lamentable que dichos casos se han dado en funcionarios de alto rango como es el caso de “la casa blanca”, entre otros menores que no por ello implican poco valor, estas percepciones merman la relación tributaria.
Como consecuencia, las preferencias por tipos impositivos correlacionan negativamente con el nivel de ingresos individual, ya que los tipos impositivos más altos se compensarán con mayores transferencias redistributivas hacia las rentas más bajas. Es decir, los pobres votarán por tipos impositivos mayores, ya que estarían mejor después de la redistribución, mientras que los ricos votarán por tipos impositivos menores, ya que son contribuyentes netos. (Pino, 2021)
La corrupción es otro de los factores que incluyen en la cultura tributaria, se tiene la percepción de que el dinero que recauda el gobierno solo es destinado a beneficios particulares y no se destina en beneficio de la sociedad como se espera, este sentimiento de desigualdad inhibe el cumplimiento voluntario de los contribuyentes.
La corrupción no sólo es causa de ineficiencia en la implementación del erario y el ejercicio indebido de la acción gubernamental, además impacta en el debilitamiento de la credibilidad del Estado por parte de los ciudadanos. (Pájaro, 2023)
La ideología de los ciudadanos como contribuyentes tiene influencias políticas en el entendido de que la percepción de corrupción, elemento fundamental en la decisión de pagar o no impuestos, es alta dependiendo del partido que se encuentre en turno, sus acciones y sus escándalos respecto del destino de los recursos económicos.
Por otro lado, el enfoque ideológico establece que las preferencias por impuestos y políticas de gasto están determinadas principalmente por creencias políticas y orientaciones de valores a nivel individual (Felman y Zaller,1992), así como por factores culturales a nivel nacional (Pino, 2021).
La decisión de pagar impuestos se ve influenciada no solo por factores económicos, influyen las percepciones, los temas demográficos, la estabilidad política, percepción de seguridad , incluso la percepción de si se necesita de un gobierno, factores que nos llevan directamente al ámbito social en general.
El método sociológico consiste en la aplicación de conceptos y técnicas de investigación para reunir y tratar datos con los que llegar así a conclusiones sobre hechos sociales, permite examinar los tributos desde una orientación multidisciplinar incorporando los factores de carácter social en la evaluación del comportamiento de la sociedad frente a la recaudación impositiva. (Laura, 2015).
La moral fiscal no es un tema en boga común de hecho no se menciona en los medios de difusión de las autoridades encargadas de la recaudación ni se menciona en exposiciones de motivos por parte de quienes se dedican a la creación de leyes, no se tiene una definición difundida ni mucho menos escrita en alguna parte dentro de los medios de difusión básica de cumplimiento de obligaciones y mucho menos se enseñan temas de ética en las escuelas, siendo un factor más en la influencia de la cultura fiscal.
La noción de moral fiscal hace referencia a las situaciones en que, frente a una igualdad de oportunidades, algunos contribuyentes evaden y otros cumplen siempre. El hecho de que existan diferentes actitudes frente al fraude dependería de la existencia de la moral fiscal. La moral fiscal se ha definido como la motivación intrínseca del cumplimiento tributario, y surgiría de una obligación moral o incluso de la creencia de que pagar impuestos constituye una contribución importante para la sociedad. (Gianchi, 2014).
Hoy en día la psicología de lo fiscal o tributación conductual es una opción viable para generar una conciencia tributaria que promueva el cumplimiento voluntario de las obligaciones fiscales, a saber, “tradicionalmente se ha discutido si para garantizar el cumplimiento de las obligaciones tributarias eran más efectivas medidas represoras y sancionadoras o bien, el fomento del cumplimiento voluntario a través de la colaboración” (Serrano, 2019).
La psicología económica siendo parte de la perspectiva económica ayuda a comprender por qué se toman ciertas decisiones por parte de los sujetos obligados en materia tributaria, es decir, los contribuyentes o sujetos pasivos de la relación jurídico tributaria. Explicar por qué algunas personas están más predispuestas a pagar sus impuestos y otras son renuentes a ello.
El contribuyente al tiempo de decidir si paga o no sus impuestos realiza un análisis sobre el costo-beneficio, así, compara la posibilidad de ser descubierto y acreedor a una sanción o pena contra el ahorro fiscal obtenido, a saber, “se ha comprobado que en el ámbito punitivo incrementar la severidad de las penas no contribuye de manera significativa a prevenir los crímenes, siendo una medida mucho más efectiva la prevención” (Serrano, 2019).
Para que los contribuyentes generen una conciencia tributaria estos necesitan ver al sistema fiscal como un sistema justo, progresivo y equitativo y no que su motivación para pagar sus impuestos sea el temor para inspeccionar por el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Es en este punto en donde el modelo asociacionista y el modelo funcionalista de la psicología (conductismo) cobran vital importancia para fomentar el cumplimiento voluntario del pago de los impuestos mediante el uso de reforzadores.
“Pavlov consideraba que el comportamiento se explicaba a partir de la asociación estimulo-estimulo (con dicionamiento clásico), a su vez, Watson plantea que la psicología debe suscribirse al método científico y por ello limitó el objeto de estudio al comportamiento observable en términos de la relación estimulo-respuesta, final mente, a diferencia del condicionamiento clásico el condicionamiento operante (Skinner ) se enfoca en la conexión entre una conducta y sus consecuencias” (Arboleda 2007).
Existen cuatro tipos de reforzadores en el conductismo operante, refuerzos positivos (la presentación de una recompensa aumenta la probabilidad de aparición de la respuesta); refuerzos negativos (la eliminación del castigo aumenta la probabilidad de aparición de la respuesta); castigos positivos (la presentación del castigo disminuye la probabilidad de aparición de la respuesta; y, castigos negativos (la eliminación de la recompensa disminuye la probabilidad de aparición de la respuesta).
Tanto el condicionamiento clásico y el condicionamiento operante son formas de aprendizaje que no se excluyen mutuamente, por el contrario, trabajan de forma mancomunada para lograr que el sujeto se desempeñe de una forma deseable. Es así como la psicología de lo fiscal con sus distintos instrumentos puede ser una herramienta viable para generar un cambio de conciencia en la cultura tributaria y fomentar con ello el pago voluntario de los impuestos por parte de los distintos contribuyentes.
Conclusión
El estado se encuentra legitimado para el cobro de los impuestos con la finalidad de allegarse de recursos que le permitan realizar el gasto público, es el principal medio de obtención de recursos para los fines de este, de la misma forma se le otorga el derecho de crédito entendido este como el derecho que tiene a cobrarlos aún de manera coactiva, por otra parte existe desigualdad en el número de contribuyentes activos y aquellos que se encuentran en la informalidad y no contribuyen al gasto público como lo establece nuestra Constitución Política de Los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 31 fracción IV.
El padrón de contribuyentes asciende a 84,640,752 contra una población de 126,014,024 representando un 67% de la población, del 100% de contribuyentes activos el 96% son personas físicas (78% corresponden a sueldos y salarios y 18% al resto) y el 4% a personas morales.
Para una mejor recaudación se requiere la comprensión del comportamiento de los contribuyentes a efecto de tener mejor prácticas de recaudación con base en la identificación de los factores del comportamiento de los contribuyentes.
El nivel de cultura en México genera una mala percepción en la recaudación de los impuestos y su respectivo gasto, se tiene la percepción de corrupción y de que el dinero que se recauda termina en las manos de corruptos, que no se aplica en bienes y servicios perceptibles por ende genera comportamientos tendientes al no pago del impuesto mediante conductas que van desde la idea de no establecer negocios formales y vivir en la informalidad hasta conductas tendientes a la evasión fiscal y la consumación de delitos de defraudación fiscal.
Referencias
Arboleda, L. Á. (2007). El estudio del aprendizaje desde el modelo asocioacionista y el modelo funcionalista: un recorrido histórico. Informes psicológicos.
Bonilla, S. (2014). La Cultura Tributaria Como Herramienta De Politica Fiscal: La Experiencia De Bogota. Revista Ciudades, Estados Y Politica, 21-34.
Cainzos, F. (2006 ). Sociologia De La Hacienda Publica. Madrid: Int. De Estudios Fiscales.
Centella, S. R. (2021). Del Analfabetismo Fiscal A La Implementacion De Una Cultura Tributaria En Mexico. Puebla: Buap.
Daza, D. M. (2022). Eticidad Y Ciudadania Fiscal. Boletin Iie, 25.
Giachi. (2014). Dimensiones Sociales Del Fraude Fiscal: Confianza Y Moral Fiscal En La España Contemporanea. Revista Española De Investigaciones Sociologicas, 145.
Gianchi, S. (2014). Dimensiones Sociales Del Fraude Fiscal: Confianza Y Moral Fiscal En La España Contemporanea. Instituto De Ciencias Sociales Avanzadas, 50.
Laura, P. A. (2015). Metodologia De La Sociologia Fiscal, Enfoque Internacional En La Investigacion Sociologica. Toledo: Universidad Rey Juan Carlos.
Nina Rapport, A. M. (2020). Las Ciencias Del Comportamiento Para Impulzar Las Finanzas Publicas. Resumen De Politicas, 38.
Pájaro, J. A. (2023). Economia Y Politica Fiscal. Ciudad De México: Plaza Y Valdes.
Autores
Dr. Jorge Abel Aguilar Pájaro Egresado y Docente IEE Licenciado en Contaduría, Licenciado en Derecho, Maestro en Derecho Fiscal, Doctor en Economía Política del Desarrollo y Doctor en Ciencias de lo Fiscal. Ha colaborado como investigador en diversas instituciones. Es autor del libro: “Economía y Política Fiscal”, además de varias publicaciones de diversos artículos en revistas reconocidas a nivel nacional e internacional.
Lic. Rafael Ortiz Ramírez Estudiante IEE Licenciado en Contaduría por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Estudiante de la Maestría en Impuestos en el Instituto de Especialización para Ejecutivos (IEE). Cuenta con experiencia profesional como contador de diversas compañías con funciones de contabilidad externa, auditoría interna y asesoría en materia fiscal.
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