WHATSAPP
iee whatsapp

Comunicado del Rector

Noviembre, 2021

foto
 

La víspera de la celebración de los Fieles Difuntos en medio de una pandemia que ha cargado con mucha gente es una ocasión inigualable para sentirnos pesimistas. La vida es dolor y muerte como parece demostrárnoslo. Pesimismo viene del latín pessimum, ‘lo peor’, que además de ser un estado de ánimo es una doctrina filosófica que sostiene que vivimos en el peor de los mundos posibles: siempre que se nos resbale la rebanada de pan con mermelada, caerá boca abajo.

 

Estimada comunidad IEE:

La víspera de la celebración de los Fieles Difuntos en medio de una pandemia que ha cargado con mucha gente es una ocasión inigualable para sentirnos pesimistas. La vida es dolor y muerte como parece demostrárnoslo. Pesimismo viene del latín pessimum, ‘lo peor’, que además de ser un estado de ánimo es una doctrina filosófica que sostiene que vivimos en el peor de los mundos posibles: siempre que se nos resbale la rebanada de pan con mermelada, caerá boca abajo.

No es una concepción de pensamiento nueva, algunos atribuyen su paternidad al filósofo Hegesias de la escuela cirenaica, quien pensaba que no es posible alcanzar una condición estable de placer en la vida, antes bien sólo nos procura dolor perpetuo al tratar de obtener lo que nunca tendremos. Antes de él ya a Heráclito se le había apodado ‘el Oscuro’ y se representa en las pinturas llorando o triste y melancólico justo por esa perspectiva del mundo y de la vida.

Concebir el tránsito de la cuna a la tumba como un trayecto de puro sufrimiento debe ser devastador. Más no se apega a la verdad. No es que el pan caiga siempre boca abajo (cosa que es poco probable), es que la mayoría de las veces ni siquiera se nos resbala. La vida, como dijo Borges, está hecha de momentos, unos mejores y otros no tan buenos; unos nos dejan satisfacciones y otros enseñanzas. Ver la vida como un lado eternamente oscuro, como una monserga porque los dolores sean intensos, limita nuestras posibilidades de crecer, de alcanzar plenitud, de ser felices. Algunos dirán que en palabras suena bien, pero no queda allí, sino que atiende a los hechos.

Edward Aloysius Murphy pasó a la posteridad por su ley, que se fundamenta en el pesimismo señalado. En su versión más extendida, la Ley de Murphy sería: “Si hay varias maneras de hacer una cosa y una de ellas conduce al desastre, alguien irá por ese camino”. O sea que el postulado de Murphy es que si algo puede salir mal, saldrá mal, como una ley inmutable e irrevocable parecida a la de la gravedad. Y aunque la vida diaria la refuta de forma contundente, nos brinda una sabia cautela para diseñar estrategias y máquinas preventivas.

Murphy fue un piloto e ingeniero norteamericano que sirvió en la Segunda Guerra Mundial y al cesar las hostilidades trabajó en el desarrollo de prototipos de aviones. En algún proyecto que pretendía disminuir los accidentes en la industria aeronáutica encontró, sin buscarlo, un transductor mal conectado y pronunció su célebre ley que le afirmó en un desánimo permanente.

Pero gracias a ello surgió el diseño defensivo, que considera el peor de los escenarios posibles. Cada vez que manejamos un auto, abrimos un refrigerador o tostamos pan, detrás de esas actividades cotidianas existe un diseñador que ha tratado de anticipar nuestros errores y limitar sus consecuencias. Claro que no hay nada absolutamente a prueba de fallas (somos muy ingeniosos), pero lo que intentamos demostrar es que hasta el pesimismo defensivo construye, crea, asegura el progreso de la civilización y de la naturaleza humana.

Si eso hace el pesimismo, imaginemos a dónde nos llevará pensar que vivimos en el mejor de los mundos posibles, teoría que predicó Godofredo Leibniz; una visión optimista de existencia no obstante lo malo que nos ocurre, dando así sentido y otorgando aprendizaje al dolor, la pena y la falta de ánimo que experimentamos en ocasiones. Murphy murió triste y melancólico en 1990; hay visiones de una misma realidad que catapultan a alturas insospechadas o que pesan como un lastre ineludible: cada quien escoge la suya.

- Salvador Leaños -


Quizás te interese

Otros Comunicados

 

 

Solicita Información

¿Te interesa nuestra oferta educativa? Ponte en contacto con nosotros.

Nombre:
Obligatorio
Apellidos:
Obligatorio
Estado:
Obligatorio
Código Postal
Obligatorio
Correo electrónico:
Obligatorio
Teléfono
Obligatorio