El ser humano, además de cuerpo y alma, es posibilidad; no lo que somos aquí y ahora, sino lo que podemos ser. Esa posibilidad puede llevarnos a convertirnos personas presumibles o despreciables, depende la formación de la persona desde la niñez y la juventud. Luego de una brillante carrera que lo encumbró como uno de los mejores tenistas de todos los tiempos, se retira por estos días el mallorquín Rafael Nadal, ejemplar no sólo como deportista sino como persona. No tenía técnicamente los elementos para sobresalir de la media y logró ser leyenda. Provocó en su gran adversario, Roger Federer, una admiración que sólo entre los grandes puede profesarse; “Roger es más fuerte que tú, tiene un mejor saque, más rapidez de piernas y velocidad en el revés; es mejor técnicamente que tú. Donde puedes marcar diferencia es en tu actitud”, le habría dicho su entrenador en los enfrentamientos directos entre los dos titanes que favoreció en los números a Nadal.
Guadalajara, Jal. a 1 de noviembre de 2024
Estimada comunidad IEE:
El ser humano, además de cuerpo y alma, es posibilidad; no lo que somos aquí y ahora, sino lo que podemos ser. Esa posibilidad puede llevarnos a convertirnos personas presumibles o despreciables, depende la formación de la persona desde la niñez y la juventud. Luego de una brillante carrera que lo encumbró como uno de los mejores tenistas de todos los tiempos, se retira por estos días el mallorquín Rafael Nadal, ejemplar no sólo como deportista sino como persona. No tenía técnicamente los elementos para sobresalir de la media y logró ser leyenda. Provocó en su gran adversario, Roger Federer, una admiración que sólo entre los grandes puede profesarse; “Roger es más fuerte que tú, tiene un mejor saque, más rapidez de piernas y velocidad en el revés; es mejor técnicamente que tú. Donde puedes marcar diferencia es en tu actitud”, le habría dicho su entrenador en los enfrentamientos directos entre los dos titanes que favoreció en los números a Nadal.
¿Cómo una persona sin un talento especial puede convertirse en un fuera de serie? No hay fórmulas mágicas sino lo que desde siempre ha funcionado y que resume Tony Nadal, entrenador y tío del tenista, en un texto que no tiene desperdicio y que recupera lo que nos parece obvio pero que no ponemos en práctica de manera regular. Respondemos la pregunta planteada con cuatro puntos que, entre muchos otros, aborda Tony, que no es educador profesional, pero tiene gran sentido común, y aunque se enfoque en el tenis y en Nadal, es válido para todo y para todos.
Carácter orientado al esfuerzo. Jamás desdeñar todo lo que exija esfuerzo o que incomode mínimamente; es la única manera de desarrollar fortaleza mental y un sólido espíritu de lucha. Una buena formación del carácter es la única base estable sobre la que se puede construir cualquier tipo de aprendizaje. Cuando se toma una decisión, se asume la dificultad y el reto que conlleva; no es cosa menor cuando vemos la poca capacidad de aguante de las nuevas generaciones ante la adversidad y la dificultad para reflexionar y buscar soluciones frente a los obstáculos.
Tolerancia a la frustración. Enseñar a afrontar la dificultad requiere iniciar con buen ánimo, aceptar que las cosas no salen bien de inmediato y asumir la dificultad tanto física como mental. Hacer todo lo que toca no garantiza el éxito, no hacerlo nos lleva con toda seguridad al fracaso; no importa que perdamos, un día le daremos vuelta a la situación y ese día justificará todos los anteriores. Primero hay que dominar nuestra voluntad; los entrenamientos no son divertidos ni las recompensas inmediatas.
Reconocimiento de la autoridad. No hay que ser violentos, pero no debemos dejar de ser autoritarios. La autoridad es el prestigio y crédito que se le otorga a una persona o institución por su calidad, trayectoria, competencia y legitimidad en alguna materia. Se lo ha ganado. A los niños de hoy se les han concedido tantos privilegios
de adultos que hay que tener en cuenta, sin excepción, su opinión, gestionamos mal la educación de los niños cuando tenemos más información y preparación que nunca.
Asumir su responsabilidad. El nivel de una deportista, de un artista o de un profesionista no es el del día bueno, es el del resultado que damos con tal actividad. Los días malos también nos definen, aunque seamos especialistas en escabullirnos de nuestras carencias cuando afrontarlas es lo que más nos conviene. Si echo la culpa a las bolas o al viento, acabaré pensando que todo es determinante en la derrota y que nunca es culpa mía, siempre hay justificaciones para liberarnos de la responsabilidad.
Dijimos que la fórmula no es nueva, se apega a cuatro virtudes que el hombre ha admirado siempre: magnanimidad, que eleva por encima de las circunstancias en general; templanza, disposición que no pueden vencer los placeres; paciencia, el hábito de las cosas en las que hay que mantenerse firmes; y perspicacia, disposición para descubrir nuestro deber. En resumen: si no transformo mis circunstancias, ella acabará transformándome a mí, en eso reside nuestra posibilidad.