Abril de cada año es especial para su servidor, ya que de manera cíclica cae cumpleaños pero también el Día de la Literatura, y esa combinación provoca que lleguen a mis manos libros como obsequio que siempre son atendidos como se debe. En esta ocasión ocurrió una coincidencia: dos personas muy queridas me regalaron igual número de libros que en principio pensé que eran el mismo, pues la portada es muy similar; el primero de ellos “La memoria vegetal” del legendario Umberto eco, el otro “El infinito en un junco” de la española Irene Vallejo.
La confusión aparece porque ambos se presentan con un papiro sobre fondo claro, pero además el título anuncia lo vegetal y un junco que también se acercan mucho. Uno tuvo su primera edición en 2018 el otro en 2019. Ambos hablan de libros, su historia, curiosidades, bibliofilia y bibliomanía, ejemplares perdidos y misteriosos, y bibliotecas desde la antigüedad hasta hoy. Lecturas por demás apasionantes.
Umberto Eco nos enfoca en la trascendencia de la escritura como memoria de la humanidad y frontera entre la prehistoria y la historia, los primeros registros se realizaron sobre piedra y en tablillas de arcilla, a lo que llama la “memoria mineral”, también habla de los pergaminos de cuero como “memoria animal”, y de la “memoria vegetal” del papiro que llegó hasta nosotros en forma de papel, que ahora parece dar paso a la “memoria digital” con los libros virtuales.